Que gobiernen las putas, que sus hijos no saben.

Hay quien no entiende por qué siendo yo valenciana me preocupan tanto las elecciones catalanas. La respuesta es simple: son el primer referente de cómo está la situación política en toda España... Una especie de "sondeo" preliminar a las elecciones autonómicas y municipales del próximo mayo.

Y en segundo lugar, porque, como escuché hace ya un tiempo en algún sitio (¡viva la precisión!), "en España votamos todos, y gobierna quien deciden los catalanes".



Artur Mas, al frente de CiU, con sus 62 escaños, gobernará en Catalunya. A su tercer intento alcanza por fin la presidencia del Parlament, no por ser el candidato elegido por el pueblo, sino, simplemente, por lo que he dicho mil veces... En este país ejercemos lo que muchos denominamos "voto de castigo", y, en este caso, la izquierda catalana se ha suicidado políticamente.

Así, pagan en el PSC el precio político del PSOE a nivel estatal, con una abismal caída de 9 escaños, pasando de 37 en 2006, a tan sólo 28 en la presente legislatura. Montilla ha renunciado a seguir en la cabeza del PSC, y a su escaño parlamentario. Además, el PSC paga el poco gusto que tiene por la pluralidad en la izquierda (realidad fehaciente, al contrario de la unidad derechista) catalana, que es la única fórmula de gobierno de izquierdas que existe en Catalunya (ya lo hemos podido observar con los tripartitos).

Por su parte, en Urgell y en Génova ya pueden estar bien contentos, pues el PP alcanza su techo histórico en Catalunya con 18 diputados. Pueden ir preparándose, señores, para volver a hablar catalán sólo en la intimidad, y cuando sea posible. Cuando así lo requiera la situación, sabemos que las derechas catalanas y nacionales se darán la mano en pos de un estado más neoliberal y menos socialista. Por desgracia, destaca el papel que el propio PSOE está haciendo en ese camino.

ICV-EUiA mantienen el tipo en las elecciones, y consiguen 10 escaños, siendo el único partido de izquierdas que consigue capear el temporal. Se coloca así como cuarta fuerza política pasando por delante de ERC. Consuelo a medias, dada la coherencia que han mostrado en su discurso y que realmente han representado lo que dicen ser: una solución de izquierdas para combatir a la derecha. En estos tiempos en que el neoliberalismo se extiende al galope, la voracidad desmedida de los mercados y el desarrollo económico en detrimento del social, el rojo y verde de esta formación es la mejor vacuna contra la injusticia.

Espectacular, aunque esperado, el descalabro de ERC, que pasa de 21 diputados a solamente 10. Cabe destacar una única cosa: el extremo acercamiento a CiU y el sobreponer de manera tan escandalosa el argumento nacionalista por encima del social tienen como precio la fagocitosis de su electorado por parte del de CiU.

Pero si hay algo de verdad preocupante en estas elecciones catalanas no es la debacle izquierdista, sino el aumento desmedido de votantes de la plataforma xenófoba Plataforma x Catalunya, con más de 70.000 votantes en toda la comunidad, quedando a las mismas puertas del Parlament. En este caso, el aumento viene con una alfombra roja que realmente asusta en una comunidad tradicionalmente progresista como es Catalunya: el discurso abiertamente xenófobo utilizado sin pudor ninguno de manera aberrantemente electoralista por Alicia Sánchez-Camacho (PP), así como el triste papel de aquellos concejales de Vic (por cierto, de CiU, ERC y el PSC) entre otros hechos acaecidos en los últimos tiempos en Catalunya, dejan a la vista la intolerancia latente en según qué sectores del pueblo catalán. Quien siembra vientos, recoge sólo tempestades... Y no quiero saber cómo acabará esto.

Curioso es el paralelismo entre las otras 2 formaciones con representantes en el Parlament, que formarán el llamado Grupo Mixto. Por un lado, el ex presidente del FC Barcelona, Joan Laporta y su Solidaritat catalana (abogando por la creación inmediata de un Estado catalán), y los 4 escaños obtenidos en la cámara. Por el otro, el españolismo rancio y trasnochado de Ciutadans se consolida en el Parlament con 3 diputados. Ya veremos el circo que montan...

Quiero destacar el batacazo de UPyD y Alternativa de Govern, ambas superadas por el CORI de Carmen de Mairena, el PACMA (Partido Antitaurino y Contra el Maltrato Animal) y los Piratas de Cataluña. Esto es lo que pasa cuando uno se cree "demasiado bueno" para las formaciones existentes, y pretende crear oro del aire, señoras.

Malos tiempos se avecinan para la izquierda española, para la memoria histórica y democrática, para el Estado de bienestar, para los derechos de los ciudadanos y todo aquello que conocemos con el apellido "público". Tenemos que despertar, señores, y pronto. Como se nos peguen un poco las sábanas, talvez nos despertemos sin ellas. El incuestionable avance de la derecha en Catalunya no es más que un anticipo de lo que se nos está viniendo encima. Es hora de levantarnos de una puñetera vez, y de luchar, aunque sea "sólo" con palabras, por cada ínfima conquista social sobre el capitalismo desbocado que impera nuestra sociedad.

Ellos, los políticos, utilizan sus discursos (plagados en su mayoría de ideas demagógicas y grandes términos vacuos) como un arma para llegar a controlarnos como el rebaño de borregos en que nos estamos dejando convertir. Ha llegado el momento de que, una vez más, el pueblo reclame su puesto de SOBERANO, como la Constitución dicta, y seamos el vulgo los que alcemos la voz, para que nos oigan de una puta vez ahí "arriba". Cito el guión de V de Vendetta:
Un pueblo no debe temer a su gobierno, es el Gobierno quien debe temer al pueblo.
En fin, a ver si abrimos los ojos, y esto no nos estalla en la cara, porque, realmente, viendo las posibles alternativas de Gobierno que se nos presentan a corto plazo, casi vale más la pena ir reuniendo dinero e irnos todos a una islita de estas del Pacífico sur que están en venta.

La pena es que, hagamos lo que hagamos, es una situación de la que difícilmente podremos salir mientras la legislatura regente en nuestro país sea la que es, y que Rajoy no tenga razón cuando juzga la política de Zapatero como una política "romántica"... Esa es la pena, que la política hoy en día haya perdido su esencia idealista. Que pese tanto más el dinero que los valores, que estos hayan quedado relegado a algo simbólico sin hueco en la realidad social en que vivimos.

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