En mi edificio no son pocas las curiosidades que uno puede escuchar a través del patio de luces. Desde la misa diaria de la vecina del 3º, el extraño e inagotable bucle de una hora de la música de la ludoteca (quiero decir que dura una hora... Lo repiten entre 4 y 6 veces cada tarde de lunes a sábado), las peleas de las vecinas de algún piso, madre e hija, que se llaman "puta" e "hijaputa" entre sí... El padre se llama Mariano, por lo que sé; la curiosa mezcla musical de la vecina del 4º, por no hablar de la del vecino del otro 4º...
Pero hoy me ha llamado la atención una conversación en concreto. Una vecina indeterminada tiene un nene chiquitín, que tendrá (le echo yo, por la voz) unos 2 añitos largos o 3. Pues hace un ratito, el chiquitín se ve que ya había acabado de cenar, pero seguía con hambre, y le ha dicho a su madre: "Mamá, dame pan". A lo que su madre responde: "Y dime tonto"... Y el niño, más salado que el mar Muerto, le dice: "¡Tonto! ... ¿Me das pan?".
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