Frío.

Hoy es jueves. Normalmente me gustan los jueves, aunque no tengan nada especial. Incluso en vacaciones, cuando "todos los días son sábado", los jueves me gustan. Será porque yo nací en jueves, y como soy así de poco ególatra, me gustan por eso.

Pero hoy no. No me gusta hoy, ni ayer, ni el lunes, ni el martes. No lo estoy pasando bien, para qué mentirnos, y el hecho de empezar los exámenes en 6 días no ayuda en nada, la verdad.

Llevo 4 días con frío. De ese frío que se te mete dentro y te hace sentir hueca, vacía... Triste. Obviamente no es frío porque las temperaturas sean bajas. No es esa clase de frío, no. Es frío del de verdad. A ratos me doy cuenta de que tiemblo. El nudo de mi garganta parece haberse acomodado y pretender postergar su marcha. Estoy nerviosa. La manía de mover la pierna se hace mucho más notoria estos días. Apenas si lo que me queda en los dedos se puede llamar uñas.

No estoy bien, no. Y sé que sólo hay una salida para que las 3 partes entre las que media la situación acabemos más o menos "contentas". Sólo hay una. Me conozco bien, demasiado bien para poder creerme que con otro final (el que temo) alguien vaya a acabar conforme. Y será por mi culpa; eso también lo sé, pero sé que aunque lo intentase no podría actuar de otra manera.

La canción la pongo porque me encanta. Siempre me ha gustado. Como los jueves. Y, como los jueves, hoy no me gusta. Me duele escucharla... Me duele saberla tan "real" (entrecomillo porque quiero decir posible, no fehaciente).

Estoy triste, y no me gusta estar triste, porque siempre acabo comiéndomelo yo sola, con la sonrisa trasnochada, los ojos sin brillo y los pulmones sin aire.

En fin... Ya amainará el temporal. Sólo hay que capearlo, mientras tanto, que para algo somos gente de la costa, ¿no?