Iba a publicar una entrada larguísima, con un montón de reivindicaciones, con un montón de quejas de todo. La acabo de borrar entera... No me apetece quejarme hoy. Realmente sí, me apetece quejarme, pero no quiero hacerlo en voz alta. Hace mucho que una blanca, luminosa (pese a que su luz sea "de prestado") y noctámbula confidente aguanta mis penas, mis quejas, mis alegrías, mis sueños e ilusiones, mis teorías sobre el mundo y la sociedad, mis desahogos.
Hoy tengo un nudo grande en la garganta, y no sé muy bien por qué. Sólo sé que tengo ganas de mandarlo todo a la mierda. Todo. Y de irme yo también; si no a la mierda ni a la Luna, a otro sitio.
En fin... Sigo viva. Eso es importante.