Queridos Reyes Magos,
Este año a los Reyes les pido que recreen el año electoral del 31, y hagan de las elecciones generales unas con carácter de Constituyentes y en que se puedan revisar las facultades de los Poderes del Estado y la precisa delimitación del área de cada uno (reducir las prerrogativas de la Corona) y a una adecuada solución al problema de las autonomías españolas.
También que prosperen las demandas contra Sálvame, y se llene su espacio televisivo con programación de calidad y divulgación, que en horario infantil pueda incentivar nuevas inquietudes en nuestro futuro. Que las presentadoras dejen de ser floreros con tinte sexual. Que por ley se establezca la igualdad salarial en este puñetero país. Que deje de ver noticias de niños y adolescentes que se quitan la vida porque otros no les dejan ser quienes son en paz. Que cesen los ataques militares y paramilitares por cuentos, digo, por religiones. Que quien tenga el poder de hacerlo cambie el sistema (y con esto me refiero a todos los que me leéis y los que os leen a vosotros: NOSOTROS SOMOS EL MUNDO, NOSOTROS TENEMOS EL PODER), y consiga que las personas dejemos de ser números y datos estadísticos, y volvamos a ser personas.
Que se restrinja el uso de la pirotecnia. Que dejen de financiar el asesinato y la tortura, y den una nueva vida al teatro y la música. Que entre aire limpio en las administraciones y se lleve el olor a rancio que despide nuestro país.
Que se nos permita investigar en todos los campos al nivel legislativo de las grandes potencias, y se aumente la inversión en I+D+i para no perder la inversión en Educación pública que hacemos.
Que ningún niño tenga que preguntar a sus padres por qué sus amigos tienen regalos y ellos no. Que ningún padre tenga que decir a sus pequeños que no tiene hambre a la hora de comer por no tener comida para sí mismo. Que no haya casas vacías mientras haya personas sin casa.
Que ningún trabajador con algo que aportar tenga que quedarse en casa mientras otros se matan por medio billete de mierda. Que nadie se sienta esclavo en su trabajo, por duro que sea.
Que los agricultores no tengan que dejar perder sus cosechas porque pague más el seguro que los especuladores.
Que dejen de escaquearse los responsables de la herida de nuestro país.
Y, si os queda tiempo, quiero que se me quite el resfriado éste de los huevos. Nada más.
Un saludo,
María Pérez Sarmiento.
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