Son las 7.42. Llevo tocando la guitarra, de forma más o menos continuada, salvo el parón para cenar y conectarme, de 10 y pico a las 4, desde ayer a las 5 y media de la tarde. Eso hacen muchas horas. Y muchas horas tocando la guitarra hace que te duelan los dedos. Supongo que, como leéis en el título, "sarna, a gusto, no pica", y por eso no me importa que me duelan... En cuanto sea una hora un poco más decente (porque ya me he aprendido las canciones y ahora quiero tocarlas bien, no así bajito para que no me oiga ni yo) seguiré tocando, ahora que he conseguido memorizar la letra a Aitormena, de una vez, y que ya le he encontrado una rueda de acordes decente y sencillita.
Supongo que eso es aplicable también a no quejarme por el bocado (y pedazo de bocado, señores) que me ha propinado el ratoncito de 2 compañeras esta tarde en el laboratorio. Quien se acuesta con niños, meado se levanta, que dicen.
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