Somos ese tipo de personas que no deberían existir. Esa clase de personas que no saben conformarse y que, aunque no haya motivo para ello, se sienten desgraciadas y arrastran a los demás en su desgracia.
Somos esa gente que considera que hoy en día lo más fácil es ser infeliz, la vida no da muchas oportunidades de sonreir, y más a nosotros, los que nos regocijamos en nuestro dolor, los que nos autosaboteamos constantemente.
No creo que lo hagamos siempre conscientemente pero hay algo dentro nuestro que hace que aunque haya 100 motivos para sentirnos bien, busquemos esa mínima oportunidad de volver a sufrir.
Somos esa clase de individuos que lloran con casi cualquier cosa: una palabra que ofende, un "no" inesperado. En resumen, el incumplimiento de cualquier expectativa que nosotros mismos nos hemos creado sin base lógica.
Somos ese tipo de personas con una mente que no descansa, que no cesa de hacerse preguntas, de buscar explicaciones... Nos dominan nuestras emociones y la sensación de frustración al no acertar a interpretarlas. Podemos llegar a ser caprichosos y egoístas en ciertos momentos, sin dejar de ser desprendidos y darlo todo de nosotros cuando queremos a alguien porque solo en la sonrisa de esa gente encontramos felicidad.
En definitiva: somos inestables, cambiantes, sonrientes sufridores, furiosos con este mundo pero con afán de cambiarlo... Los eternos inconformistas
Por Anneris F. de De Flor en Flor.
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