Qué fácil era su vida ante los ojos del resto, qué bonito y divertido todo... Qué envidia poder ser ella sin más esfuerzo que el haber nacido así.

Y qué oscuro todo desde dentro: las noches sin dormir, las ojeras ya tatuadas en su piel... El dolor que al final le causaba simplemente el sonreír.

Pero no, ella siguió sin cambiar. Siguió ayudando a quien se lo pidió, siguió exigiéndose lo imposible argumentándose que alguien debe poder hacerlo, y que ese alguien no tiene por qué no ser ella; siguió sin dormir lo suficiente, sin comer adecuadamente, sin permitirse el lujo de descansar sin planificar algo o utilizar de alguna manera el reposo para facilitar el trabajo posterior... Siguió siendo como siempre había sido. Y siguió manteniendo su máscara, con su sonrisa permanentemente colgada de ella.

Pensó en cuánto tiempo hacía... Sí, la verdad es que ya hacía mucho tiempo que nadie la veía llorar, que nadie la tenía que consolar... Hacía mucho tiempo que nadie la recordaba triste o agobiada. Y, sin embargo, era así como se sentía la mayor parte del tiempo: cargando sobre sus hombros un peso quizás demasiado pesado, conteniendo en su cabeza una mente que no correspondía a su edad y que sólo le brindaba preocupaciones mayores de las que merecía tener, siendo como todo el mundo pensaba que debía ser (y como ella misma, sin quererlo, y a su vez sin poder evitarlo, se exigía)... Intentando rozar con los dedos una perfección que de sobra sabe que es inalcanzable.

Pero aún así, aunque duela, aunque le esté costando más de lo admisible, ella lo sigue intentando, una y otra vez. Y una y otra vez llega de nuevo frente a ese muro, lo mira y corre hacia él, intentando de nuevo derrumbarlo... Y consiguiendo de nuevo, únicamente, un golpe, una cicatriz más que añade a todas las que recubren su interior.

Quizás cuando no quede hueco para más cicatrices lo consiga... Tiene que haber alguna forma... Y al fin y al cabo, no duele tanto, ¿no? Total... Ella no llora, ella no está triste... Ella sigue siendo ELLA.

Pero... por las noches sí llora, y no duerme; sus ojeras, permanentemente tatuadas sobre los marcados huesos de sus pómulos, dan fe de ello. Sus ojos enrojecidos y su constante dolor de cabeza le exigen mayor descanso, mayor cuidado... Seguirán sin obtenerlo; no, aún no.

Y aún así, aunque pese, aunque duela... Ella sigue sonriendo.

Pero con cada nuevo intento cuesta más... Y con cada nuevo golpe se va borrando su sonrisa, cuya perfectamente delineada silueta se dibuja aún, deformada y con aire triste, en su cara.

María*

PD: Por si alguien lo piensa... No, no hablo de mí. Escribo cosas extrañas y paranoicas porque así me siento: extraña y paranoica... Quizás deba dormir.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Quizás sí seas tú... quizás seas más de lo que dices ser en el texto.

Quizás la gente que hay por ahí te quiera más de lo que crees. Quizás la gente que hay por ahí, no toda, pero quizás sepa que no todo es de color azul cielo, ni rosa.

Quizás sea bueno que te abrass y confíes más en esa gente, quizás deberías plantearte llevar dibujado en tu rostro lo que sientas por dentro ese día, en ese momento. Tienes una sonrisa preciosa, una parte sensible impresionante, eres una persona tierna y dedicada por lo que quiere y por quien quiere.

Quizás alguien quiera estar a tu lado y no pueda y pese a estar en otro lugar sepa mejor que los que están a tú alrededor cómo estás... sólo es cuestión de preguntar...

Quizás esto no lo leas

Quizás lo leas

Quizás me hagas caso
Quizás no..

Quizás algún día, si me dejas, todo sea más fácil...

Quizás debas saber que no deja de existir un cariño por parte de muchas personas que te quieren

Quizás te quieran más de lo que imaginas aunque muchas no te lo demuestren, o otras lo digan amenudo. En ambos casos es poco.

Quizás no siempre las personas que tengas alrededor te van a dar lo que necesites, quizás la parte que toca por dentro, que toca la moral.. o los sentimientos llena más.

Quizás...
Quizás...
Quizás...

Ojalá encontrase el modo de decirte que estoy aquí para lo que necesites, ahora y siempre. Quizás no pueda abrazarte, besarte o acariciarte, pero quizás sí pueda escucharte, estar pendiente de ti, quererte, apreciarte, conocerte...
Incluso quizás puedas sentir ese cariño que (espero) que sintamos en común.

Quizás no pueda abrazarte, sí, pero siempre seré yo, siempre sabré escucharte, quizás me cueste comprenderte bastante.... algunas veces, pero Te Quiero muchísimo, y... quizás algún día te des cuenta de que a pesar de que es importante el tacto personal no es lo único que existe.

No voy a dejar que te alejes de mi con facilidad, ni voy a permitir que te hagas daño con facilidad...

Si quieres hacerlo, lo harás; hazlo, pero... tan sólo es un consejo de alguien que pierde el culo por ti.

Ojalá pudiese decirte todo esto mirándote a los ojos... Quizás así no sólo sería una voz al teléfono o unas cuantas letras plasmadas en un documento html.


Me prometiste un día que siempre serías mi petarda, y espero que lo seas y yo.. lo seré. Pero... quizás se me suba el estómago a las orejas cuando te vea, igual que se me hace un nudo en la garganta cuando te das un golpe contra ese muro...

Anónimo dijo...

CUANDO LEAS ESTO, AVÍSAME.. QUE ME GUSTARÍA HABLAR CONTIGO... EN SERIO.