Normal


Me gustaría ser una persona fácil. De esas que los días de invierno tienen las manos calientes, y cuyos pies nunca están tan fríos que duelen. De las que pueden sentarse en mitad del verano en una silla de plástico y no levantarse con las piernas sudando; de las que pueden ducharse por las noches y no parecer Son Goku al despertarse. 

Esas personas que pueden desayunar a primera hora, recién levantados, sin sentir náuseas, y que duermen de noche, y viven de día; que salen los fines de semana con sus amigos, y cuyos problemas residen consigo. Esos que se cargan con su vida, y con la de nadie más.

Querría ser una persona con objetivos estables, con fuerza de voluntad para luchar por lo que quiere a largo plazo, con ambiciones materiales. ¿Por qué? Porque todo eso me haría más cómoda la vida.


Pero yo tengo los pies fríos en invierno, y casi siempre las manos heladas (y las orejas). Y las horas de la noche me cunden el doble que las de Sol. Y muchas veces los remolinos de mi pelo se levantan aún sin haber dormido, y mis problemas se reparten en muchos sitios, y mis preocupaciones aún en más. Soy una persona voluble, si bien no tan núbil e inestable como a veces yo misma pienso, y eso hace que llegar a las metas que me fijo me cueste. No por el camino en sí, sino porque a diario veo, imagino, otras metas diferentes, que también podría alcanzar.

Así que supongo que sólo soy, como otros tantos, una persona. Complicada, como persona que soy.