Yo.

Esta tarde estuve hablando con un amigo que se ha pasado 2 años perdido. Literalmente, perdido. Él sabía muy bien dónde estaba, claro, pero el resto del mundo no lo sabíamos. Sólo sabíamos que se había ido de viaje, y que ya volvería "algún día", como nos dijo.

Hacía, por tanto, 2 años que no hablaba con él. Pensaba que habría cambiado mucho, que habría aprendido mil cosas y que se habría descubierto como individuo... No es así. Sigue siendo el mismo colgado de siempre, sigue estando como una puñetera cabra y sigue sin cambiar. Esto me ha hecho pensar, porque él me ha dicho que sí me nota muy cambiada. Me ha dicho que cuando se fue yo era una niña muy madura, que siempre ha creído eso de mí; pero que ahora ya soy una mujer. Mujer joven, claro, pero mujer.

Y es verdad, en 2 años, palabras suyas, "he cambiado y no he cambiado en nada". O sea, sigo siendo la misma, en esencia, pero han cambiado muchas cosas de mí.

Sigo siendo orgullosa, y mucho; ególatra (porque yo lo valgo xD), cariñosa, torpe, gafe, demasiado racional y demasiado impulsiva (extremista yo, vamos), muy sociable, generosa, soñadora (SIEMPRE), idealista, emprendedora, reflexiva... Mil cosas. Sigo siendo la misma.

Sin embargo, me siento diferente. Soy mucho más realista, por ejemplo, y más tenaz (que no cabezota, que eso lo he sido siempre a más no poder). Ordeno mis prioridades basándome en motivos de verdad, y no en motivos que eran en realidad caprichos disfrazados... Soy, como dice este chico, más "adulta".

Y ahora me pregunto yo, ¿las personas cambian? O sea... Una cosa es crecer, y madurar; no me refiero a eso, sino a cambiar de verdad. Por ejemplo, la típica frase que a todos nos han soltado de "te juro que voy a cambiar, esto no va a pasar nunca más", ¿de verdad puede ser real? ¿Puede una persona cambiar sus hábitos, que ha desarrollado de forma innata, de forma voluntaria? ¿Puede un "perro viejo aprender nuevos trucos", contra lo que dice el refrán?

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