Imparable.

El otro día me preguntaba yo (en una de esas reflexiones que casi son diálogos de mi mente consigo misma) sobre el torrente de ideas, de palabras que me vienen a la boca, y a las manos, últimamente. La pregunta vino a raíz del comentario de un amigo sobre el cariz más sentimental y emotivo que estaba cogiendo mi blog últimamente.

Pero, ¿qué voy a hacerle, si nunca en mi vida me he callado cuando tenía que (quería) decir algo, y lo que quiero decir ahora es que te amo (a lo mejor si te lo digo mucho, mucho, el tiempo pasa más deprisa, y mañana me despierto y es 11 de noviembre)?

1 comentario:

Anónimo dijo...

María....Te estás amariconando,pero tampoco es para tanto que luego me saltas con unas cosas extrañísimas capaces de disolver el momento más romántico como el agua disuelve un Efelgarán(para q recuerdes su saborcito).
Así que tranquilos todos tus seguidores que sigues siendo el cerebro calculador y frío de siempre,aunque tu corazoncito se vaya templando.Te quiero.
Por cierto,le he dejado dos comentarios a tu sister.El del vídeo de la Olimpiada es un poco raro,pero compréndeme,He estado en casa de mi hermana...ejjejeejejeje